Si ya da cosita usar alguna de estas tres aplicaciones por el hecho de ser de Facebook y saber que Facebook comercia con nuestros datos sin pudor alguno, esta idea de Mark Zuckerberg de unir WhatsApp, Facebook Messenger e Instagram debe servir para que población y gobiernos reflexionen.
Facebook no utiliza nuestras conversaciones privadas y chorradas compartidas para vendernos al mejor postor —a casi ninguna empresa le interesa lo que cuentes en privado—. Lo que vale oro es identificar cómo, cuándo y con quién estás compartiendo secretos o chorradas, el llamado metadata.
Si ya tenemos sensación de que nos espían, imagínate lo que pasaría si Zuckerberg consigue sacar adelante su plan y ¿2.000 millones de personas? se relacionan digitalmente a diario a través de su plataforma de mensajería única. El horror.
Las alternativas para comunicarnos están ahí, pero hay que querer usarlas.