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¿Mujer de ex presidente de gobierno rica? ¿Por qué no?

En una reciente e interesante entrevista que Bill Simmons ha realizado a Barack Obama para GQ se puede leer una de las miles de diferencias que existen entre España y Estados Unidos.

“¿Te asusta que tu mujer pueda tener un programa de televisión que genere cientos de millones y tu seas el secundario? Porque es una posibilidad. Podría hacerlo si quiere”, pregunta Simmons al hombre más poderoso del planeta.

La respuesta de Obama, aclaratoria:

“Si eso es lo que quiere no tengo ningún problema en que gane un montón de dinero. No hay nada malo en ello”.

¿Qué pasaría en España si Rajoy, Zapatero o Aznar hablasen como Obama? Guerra civil no, pero casi. Se les acusaría de todo.

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España no había jugado una primera fase del Mundial tan difícil desde…

Ser el campeón que más rápido es eliminado en la historia de los Mundiales (dos partidos) y ser el peor Mundial que ha hecho España en toda su historia (nunca había sido eliminado al segundo partido), merece una reflexión por parte de implicados y aficionados.

El nefasto papel de la Selección Española en Brasil 2014 tiene tantas posibles explicaciones que es difícil encontrar una, así que en lugar de analizar presente y futuro, algo que debería hacer un nuevo seleccionador, quiero hacer un repaso del pasado para tratar de comprender exactamente a qué nos enfrentábamos en Brasil.

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Modas o costumbres en Estados Unidos

Como amante de los Estados Unidos, siempre que he viajado a ese país he observado con mucha atención las costumbres, las maneras y los comportamientos de la gente en las calles, los bares y los comercios.

Desde la primera vez que pisé suelo yankee con una edad en la que te empiezas a dar cuenta de las cosas, me llamó poderosamente la atención ser consciente que lo que se convierte en una moda o costumbre en Estados Unidos se convierte en una moda o costumbre a lo bestia. Son trescientos millones de personas con un potencial consumista sin parangón, por lo que algo que triunfe allí lo hará a lo grande.

Pero hay algo aún más interesante. Y es que eso que triunfe en Estados Unidos, triunfará en el resto del mundo entre seis y veinticuatro meses después. Seguro. No quiero malinterpretarme, no triunfarán el 100% de productos o costumbres, pero sí un porcentaje elevadísimo.

En el año 2004 comenzaban verse por las calles de Nueva York muchos iPods. En 2005, en la misma ciudad, era una auténtica invasión. A mitad de 2006 se empezó a desatar la locura por los iPods en Europa. Todo el mundo quería o tenía uno.

Pasó lo mismo con el iPhone. Lo presentaron en enero de 2007. Se puso a la venta en EEUU en junio de 2007 y fue un tremendo éxito. Justo un año después pasó lo mismo en Europa. Hoy en día, las calles de Nueva York, Madrid o Villamanrique de Tajo, están, literalmente, atestadas de iPhones.

¿Y con el iPad? La misma película. Doce meses arrasando en el mercado. El año pasado estuve en Los Angeles el fin de semana del lanzamiento comercial del primer iPad y fue una auténtica fiebre. Un año después, he pasado una semana en Miami y me ha sorprendido enormemente de lo que he visto. No me lo esperaba. Es virtualmente imposible conseguir un iPad 2 en las tiendas porque Apple no da a basto a fabricar los que el mercado demanda. Pero es que además, y esto es aún más importante que las cifras de ventas, he visto a cientos de personas con iPads. Y no las he visto en sus casas. Las he visto en restaurantes, en la playa, en centros comerciales, en coches, en cafeterías, en hoteles, en aeropuertos y aviones, sentados en un parque… En todos esos sitios he visto a gente usando iPads.

Y muchos de ellos eran niños. Los niños de Estados Unidos comienzan a no ir con la Nintendo portátil de turno a todos lados. Van con un iPad. No quiero que nadie venga ahora a caer en la demagogia diciéndome que eso sólo lo hacen los niños ricos. Una Nintendo 3DS cuesta 250$ (250€ en Europa) y actualmente se pueden encontrar iPads de segunda mano por ese precio o poco más.

Yo mismo, por primera vez, me he encontrado realizando un viaje trasatlántico sin una consola de Nintendo en la mochila. Con el iPad he consumido las horas de avión más entretenido que nunca viendo películas, series, escuchando música, jugando o escribiendo. Haciendo todo con un único “chisme”.

Evidentemente, en Estados Unidos el potencial económico es mayor que en Europa, pero sólo hay que esperar un tiempo para ver pautas de comportamiento similares por estos lares. El iPad va a seguir arrasando y toda una generación empieza a tener su primer contacto continuo con la informática mediante iOS (el sistema operativo de iPhone, iPod touch y iPad).

Mientras, los Playbooks de demo de Blackberry languidecen en las tiendas sin que se les preste mucha atención. ¿Hasta donde llegará Apple en el mercado de consumo?