Con la popularización de la nube, muchas empresas han ido pasándose a nuevos sistemas de almacenamiento diferentes a lo que era habitual ver hace una década en una empresa media que tuviera 10 empleados o más:
- Un servidor central en alguna parte de la oficina
- CDs vírgenes, pen drives de 16MB o Zips de 100MB
- Desperdigados en el escritorio de los ordenadores de cada empleado
La llegada de Dropbox fue vital para este cambio, y la posterior popularización en mayor o menor medida de otros servicios como Drive (Google Docs), Box, OneDrive o Evernote Business no han hecho sino acrecentar el número de compañías que han ido adoptando soluciones nuevas para el almacenaje de sus archivos.