Ulysses, una aplicación que sirve para escribir y almacenar textos, llegó a la versión 2.5 el pasado mes, siendo su principal novedad que ahora también funciona en iPhone. Anteriormente solo funcionaba para OS X y iPad, por lo que esta nueva característica era muy esperada.
En mi caso nunca me planteé la opción de usar Ulysses como único editor de texto debido precisamente a esa ausencia de versión para iPhone; no es que escriba muchos posts desde mi teléfono móvil, pero sí es cierto que a veces necesito hacerlo o que me viene la inspiración para continuar con un texto en un momento en el que el teléfono es lo único que tengo a mano.
Por ello, hace meses probé Ulysses para Mac con el objetivo de comprobar qué es lo que escondía aquella aplicación de la que muchos hablaban maravillas, pero con la idea de solo probar y no encapricharme ya que lo de que no tener versión para iPhone era algo que me haría trabajar con más fricciones a medio plazo.
Lo que vi en la versión de prueba para OS X, que por cierto sigue disponible en su web con una duración limitada a diez horas de escritura, es que Ulysses era una aplicación muy capaz, válida para cosas tan pequeñas como simples notas o para tareas de mayor envergadura como escribir un libro. Dentro de la complejidad que esconde que una app sea capaz de algo así, lo que más me llamó la atención de Ulysses era su aspecto sencillo y simple a la hora de organizar los textos.
En apenas unos minutos pude ver qué es lo que Ulysses proponía gracias a las notas a modo de introducción que han dejado los programadores para situarnos a los mandos y pude ponerme a escribir. Los primeros dos días, con apenas tres o cuatro horas de uso no sentí nada diferente; escribía igual que en Byword —otra aplicación que recomiendo para escribir y nada más— con la diferencia de que ahora no podía enviar los textos directamente a WordPress.
El secreto de Ulysses
Pero fue con el paso de las jornadas cuando realmente vi el potencial a Ulysses en dos aspectos que son los que realmente me parecen un factor diferencial de la aplicación creada por The Soulmen.
- Entorno de escritura. Desde hace años se ha abogado mucho por el minimalismo como el entorno ideal a la hora de escribir. Una única hoja en blanco a la que enfrentarse para escribir sin distracciones. Ulysses ha llevado esa idea un paso más allá, pues cambiar del minimalismo más absoluto a una vista en la que se puede ver de un vistazo toda nuestra biblioteca y los últimos textos en los que estamos trabajando en cada grupo se consigue con una sola combinación de teclado, algo ideal cuando no solo escribes de un único tema. Y esto desemboca en su segunda característica única.
- Organización de los textos. Independientemente de lo que escribamos en Ulysses, lo lógico y habitual es que esos textos requieran algún tipo de organización de cara a referencias futuras. Ulysses lo pone fácil, con una única biblioteca en la que las hojas (los archivos) se pueden almacenar en grupos tradicionales o inteligentes mediante etiquetas o reglas que automaticen el proceso. Yo utilizo mucho esta característica a la hora de identificar posts con datos estadísticos que escribo para nbamaniacs y también en cuanto a los mensajes publicados en las redes sociales de una de las empresas para las que trabajo. Hay cosas que escribimos y no volvemos a ver más, pero otras requieren volver a ellas de forma permanente para consultas. En serio, lo de la organización de los textos es algo que no conoces el potencial hasta que lo pruebas durante unos días. Una vez probado no quieres otra cosa.
Devoto sin remisión
El caso es que cuando Ulysses 2.5 salió de su fase beta y se publicó en la App Store y por fin podíamos instalarla en nuestros iPhones, acudí raudo para comprarla e instalarla. Desde ese día escribo todos mis textos, que no notas, en Ulysses. Para las notas sigo usando la aplicación Notas en iOS.
Ulysses está disponible en la Mac App Store para OS X y en la App Store en versión universal para iOS. Vale cada euro que cuesta.