La creación de filtros de correo electrónico es algo imprescindible si se desea tener una bandeja de entrada despejada a la que únicamente llegue el correo que tiene que llegar.
Hace años creé decenas de filtros que me repartían el correo a diversas carpetas de forma automática, pero llegó un momento en que el que tenía correos sin leer en la bandeja de entrada y en otras cuatro o cinco carpetas, y eso es algo que me ponía nervioso.
Para solucionarlo opté por borrar todos los filtros y empezar de cero, creando un sistema por el cual actualmente sólo me llegan emails a la bandeja de entrada y a otra carpeta secundaria de trabajo que reviso una vez al día. Me borré de todas las newsletters posibles, desactivé notificaciones de redes sociales y seguí siendo implacable con la publicidad no deseada marcándola como spam de forma inmediata.
Además, oculté en la barra lateral de Gmail esa carpeta secundaria para no verla al entrar al correo y así evitar la tentación de pinchar para ver la carpeta cuando ésta marcara que había nuevo correo.
De hecho en la barra lateral de Gmail sólo veo dos carpetas por defecto:
- Entrada
- Enviados
La carpeta Spam, necesaria en ciertas ocasiones
Dado que trabajo con 10 cuentas de correo, debo revisar la carpeta Spam de forma diaria porque los sistemas automáticos de detección a veces fallan y se exceden, evitando que emails importantes entren a la bandeja de entrada. Por eso tengo activado una opción que el otro día la cuenta de Twitter de Gmail recordó: el de marcar la opción de mostrar en la barra lateral izquierda la carpeta Spam solo si tiene algún correo sin leer.