Quiero compartir una de las vistas más bonitas que he visto en mi vida y que más me han impresionado. La torre John Hancock de Chicago te ofrece un regalo para tus sentidos. Construida en 1969 y diseñada por un ingeniero de apellido Khan, cuenta con 100 plantas y 344 metros de altura; aunque es el tercer edificio más alto de Chicago, no tiene nada que envidiar a la famosa torre Sears (vista también recomendable, pero no tan impresionante).
Este edificio está construido con tubos de acero entrecruzados, y tiene una vista espectacular desde abajo y aún más impactante desde arriba. Además, está ubicada cerca del Lago Michigan (es como un mar) y en la Michigan Avenue, conocida como “la milla magnífica”.
Pero todo esto lo olvidas cuando subes al último piso y tienes a tus pies una ciudad entera. No es para explicarlo, es para verlo.
P.D. El hecho de que la noche que visitamos la torre Hancock hubiera -13ºC a las 8 de la tarde hace que nuestro recuerdo sea aún más imborrable… ¡una experiencia heladora!
6 respuestas a «Un recuerdo de Chicago»
Pues yo tambien pensé lo mismo de las torres gemelas, cuando subi de pequeño y creía que sería un recuerdo imborrable y mira luego como lo borraron…bueno aprovecho la ocasion para regañarte y pedirte que actualices el blog mas a menudo que tienes a los lectores un poco abandonados…Por cierto he colgado un video del concierto…
Por cierto ponedme un link que yo os he puesto…ala madrid
Oye Marcos, que la que ha escrito este post soy yo!! a ver si nos fijamos más,eh? XP
ya, es verdad me di cuenta luego.. jajaja..serpentin en chicago oeee¡¡¡
jajajaja!!! Me parto con la gente que no sólo no es que tenga otra gilipollez con la que perder el tiempo, sino que además de mostrar su frustración sexual a todo el mundo (no me extraña, porque menudo/a tiene que ser…), tiene la poca vergüenza de no dar la cara…Claro que… de COBARDES está el mundo lleno…Y por cierto, a ver si aprendemos a escribir sin faltas de ortografía… ¡¡encima inculto/a!!P.D. ¡¡QUÉ MALA ES LA ENVIDIA!!
Tranqui, Sari! Que continue perdiendo el tiempo y siga escribiendo sus frustraciones sexuales, que a lo mejor se acaba arrepintiendo.