Categorías
Deporte Vivencias

Transmitiendo leyendas

Primera curva HungriaMediodía del 6 de agosto de 2006. Me encontraba “de veraneo” rodeado de familia y Budweisers (parece que estoy hablando del Mariano Ozores de las pelis de los 70) dispuesto a ver el Gran Premio de Fórmula 1 de Hungría sin saber lo que se me venia encima. Un festival de emociones, insultos, vivas, maldiciones, aplausos, adelantos, trompos, accidentes, carne de gallina, pelos como escarpias, gritos, puñetazos en la mesa… Recuerdo que hacia muchos años qué no disfrutaba del deporte como lo hice ese día. Fue realmente increible.

Fernando Alonso partía desde la posición quince de la parrilla por culpa de una sanción discutible y Michael Schumacher cuatro puestos por delante. La mañana estaba lluviosa en Budapest por lo que se intuia que la carrera sería una loteria. De repente se apagaron los semáforos rojos y Alonso y Schumacher salieron como bestias. ¿Creeis que es posible adelantar a una bicicleta en estas condiciones de tráfico y visibilidad?

Por inverosimil que parezca, en una vuelta ¡Alonso se había colocado en sexta posición! adelantando por fuera, por dentro, ¡entre sandwiches de cuatro coches! y no se que más. Sin visibilidad, con el coche cargado de gasolina hasta la exageración (fue el último que paro a repostar durante la carrera). Schumi estaba por delante pero sabia que no tardaría en ser alcanzado por el ciclón asturiano. En el tercer giro Alonso pasaba al aleman en una curva ¡por la parte exterior! rozando lo imposible y poniendonos de los nervios.

Todo parecía un sueño cuando Fernando DOBLABA a Schumacher en la vuelta 22. JODER ALONSO, EL PUTO AMO. Minutos más tarde el subnormal de Raikonnen jodió la carrera haciendo salir al Safety Car y a partir de ese momento también dejo de llover. Llegaron vueltas con un mano a mano de Alonso y Button donde nuestro campeonisimo iba con ventaja ya que debía hacer una parada menos pero al poner los neumáticos lisos le apretaron mal una tuerca y ahí se acabó la carrera para él.

Por fortuna Pedro Martínez de la Rosa venía como una exhalación en busca de Shumacher y le hizo reventar el Ferrari (único que quedaba con neumáticos mixtos) hasta que tuvo que abandonar. Excelente segundo puesto para Pedro, su primer podio en ese momento.

Gracias Fernando, gracias por una hazaña deportiva que no olvidaré mientras viva. Un autentico súper hombre.

Por Elio

Si te ha gustado este post no dudes en suscribirte al feed RSS o a seguirme en Twitter para comentar este y otros artículos que vendrán.

Gracias por tu visita.