“Si no hay foto no ha ocurrido”. Esta frase hecha que se usa en contextos tremendamente diversos, es muy válida para explicar la importancia de las fotografías en el contexto de nuestra vida.
Según pasan los años, los miles y miles de recuerdos acerca de nuestras vivencias se van amontonando en la mente de forma desordenada. Algunas cosas las rememoramos nítidamente como si hubiesen sucedido ayer; otras, con ciertas lagunas; y de otros muchos momentos no nos volveremos a acordar nunca más salvo que alguien nos transporte hacia aquel día mediante una conversación o enseñándonos una imagen. Es ahí donde las fotografías nos recuerdan lo que fuimos, lo que hicimos, con quien estuvimos y cómo era nuestro mundo en ese preciso instante.